Fecha de publicación original: abril de 2017
Autor: Ana Coello
Géneros: Novela rosa, Ficción adulto joven
"Marcel; indiferencia.
Anel; fragilidad.
Sin saberlo, viven escondidos en sus propias sombras, en sus mundos sin luz, en la soledad. Pero, de pronto, algo cambiará y después de defender a esa chiquilla flacucha en aquel salón de la universidad, se encuentra atraído por su parsimonia, tentado por su inocencia, y es por eso que la arrastra a un juego en el que desear es la parte medular, en el que sin notarlo, todo se transformará.
¿Será sencillo continuar esa gélida realidad a pesar de que, como estrellas en la noche, iluminan su oscuridad?
¿El deseo que su sola cercanía despierta, no exigirá más? ¿La posesividad es parte de la necesidad? ¿Por qué a su lado todo parece mejorar?"
Es una novela que tiene sentimientos y emociones contradictorios,
desde ternura hasta odio. Marcel y Anel son una pareja explosiva, puesto que
cada uno posee problemas internos y eso sea determinante en sus actitudes y
acciones.
Anel, en particular, a pesar de ser dulce, ingenua, insegura
y retraída; ella posee una mirada distinta de la vida. Por ejemplo, las salidas
a lugares de México, lo guarda como un bonito recuerdo y lo disfruta, porque
desea salir de ese mundo caótico que ella vive y que son ocasionados por su
madre, Analí y su padrastro, Alfredo.
En cambio, Marcel es adusto, duro y fresco, pero cuando se
encuentra con Anel, es protector y tierno. Asimismo, es paradójico su carácter,
porque establece reglas que luego no las cumple. Es por eso que los seguidores
de la autora de este libro, denominaron una palabra que se identifica con él, Marceladas.
Desde un comienzo, el encuentro de ellos es algo recurrente.
Pero cuando se establece este juego de seducción y de indiferencia es asombroso,
porque sin buscarlo poco a poco se enamoran. A veces, en las escenas donde
Marcel repetidas veces menciona de que “no
son nada”, pero cuando sucede alguna situación que daña a ella, él es el
primero en angustiarse y defenderla. Sin embargo, ante estos desplantes, Anel
establece un carácter que sorprende a él y a los lectores.
Por otro lado, es triste como Anel es blanco de golpes y de críticas.
Desde un grupo de chicas que la alcoholizan hasta las fuertes acciones y
actitudes de su madre. Pero una escena en particular es alarmante, cuando su
padrastro intenta ultrajarla y su madre en vez de defenderla, la golpea con un
cinto. A pesar de ser un momento espantoso, es como un empuje para que Marcel
aclare sus sentimientos y los confiese ante ella.
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